La coenzima Q10 (CoQ10) aparece constantemente en los anuncios de cosmética como ingrediente de cremas hidratantes y antiedad. En realidad es una molécula con una función muy importante en la producción de energía y, por tanto, vital para la salud. Está presente de forma natural en los sistemas celulares y en casi todas las células, tejidos y órganos de los mamíferos y es liposoluble (se disuelve en grasas y aceites).
El organismo la sintetiza de forma natural, pero algunos factores, como la edad, pueden reducir esta capacidad de metabolización de la CoQ10. Pues bien, el ubiquinol es la forma más reducida de esta coenzima, transformada por el organismo para su mejor síntesis.